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El lunes 3 de Septiembre de 2011 fue entregado el premio Nobel de medicina a 3 científicos por su trabajo en el funcionamiento del sistema inmunológico. En esta publicación queremos hacer un reconocimiento a estos cientficos y mostramos la relación que existe de sus investigaciones con el glutatión en las células dendríticas.

 Nuevos descubrimientos sobre como los seres vivos evitan la entrada de virus y bacterias y sobre como el cuerpo se protege de estos agentes y evita su acceso, fueron galardonados con el Premio Nobel de Medicina y Fisiología del 2011.

La primera mitad del premio es para el estadounidense Bruce Beutler y el francés Jules Hoffmann, los cuales descubrieron la llamada “inmunidad innata”; es decir, la manera en que el cuerpo “bloquea” naturalmente la entrada de agentes que pueden causar enfermedades.

La otra mitad del premio fue para Ralph Steinman, canadiense que descubrió las llamadas “células denditricas”, que desempeñan un rol vital en eliminar o desactivar los agentes infecciosos que logran entrar en el organismo. A esto se lo llama “inmunidad adaptativa”.

Steinman fallecio el viernes pasado, pero la Fundación Nobel tomo la decisión de mantener el galardón pues se desconocía su muerte cuando fue elegido.

“Ambos descubrimientos revelaron cómo se activan las fases innata y adaptativa del sistema inmunitario. Esto abrió nuevas avenidas en el desarrollo, prevención y tratamiento de infecciones, cáncer y enfermedades inflamatorias”, cita la Fundación Nobel en un comunicado entregado a la prensa.

El trabajo de Jules Hoffmann no tenía en principio nada que ver con el sistema inmunitario humano, pero ahora sus avances permiten mejores medicamentos y vacunas.

En 1996, Hoffmann y su equipo investigaron cómo las moscas de la fruta luchaban contra las infecciones.

Hoffmann vio que al inyectar bacterias u hongos a las moscas, las que tenían menor cantidad de un gen llamado Toll no podían montar una defensa adecuada y morían, por lo que la activación de este gen era vital para evitar infecciones.

Hoffmann manifestó que su logro fue una combinación de “aspectos humanos y científicos, suerte y apoyo técnico y financiero”.

Desde su laboratorio en Texas, Bruce Beutler descubrió en 1998 algo similiar al hallazgo de Hoffmann. Encontró que los ratones resistentes a una bacteria tenían genes muy similares a los genes Toll, y los que no los tenían eran más propensos a enfermedades infecciosas e inflamatorias.

“La esperanza más grande de nuestro hallazgo es que puede dar claves para tratar, en unos años, enfermedades inflamatorias, como la artritis reumatoide y autoinmunes, como el lupus”, dijo Beutler en una entrevista difundida por la Fundación Nobel.

Ralph Steinman descubrió un tipo de célula a la que llamó “dendritica”.

Steinman demostró, en 1973, que si una bacteria, virus o parásito entraba en el organismo y podía enfermarlo, las células dendríticas alertaban a las llamadas “células T”, que son las encargadas de combatir y eliminar los agentes infecciosos.

Las células dendriticas también dan al cuerpo una “memoria inmunitaria” que hace que muchos males solo le ocurran una vez porque el sistema inmunitario reconoce a los causantes y sabe de antemano cómo atacarlos, lo cual dio pie a medicamentos y a ensayos clínicos para elaborar vacunas.

“Su sueño era utilizar su descubrimiento para desarrollar vacunas, y este sueño está bastante cerca. Es una lástima que no viviera para saber del premio”, dijo Michel Nussenzweig, estudiante de Steinman.

Las tres investigaciones marcaron un cambio en el tratamiento de las enfermedades infecciosas y aún faltan más avances.

“Esto puede llevarnos a mejores formas de prevenir y tratar enfermedades; hasta podría estimularse al sistema inmune para tratar tumores”, expresó la Fundación Nobel a la prensa.

Una baja en el glutatión inhibe la maduracion de las células dendríticas y retarda su hipersensibilidad: implicaciones para enfermedades sistemicas.

Kim HJ, Barajas B, Chan RC, Nel AE.
Articulo original en PUBMED.COM
Departmento de medicina, Division de clinica inmunologica y alergias de la Universidad de California, Los Angeles, CA 90095, USA.

Introducción

Las células dendríticas juegan un papel importante en la identificación de antígenos en el sistema inmunologico. Hay evidencia de que el equilibrio de Reducción/Oxidación (REDOX) de estas células influye en su habilidad de inducir la actividad de las células T y regular la polaridad de la respuesta inmunológica. Esto puede afectar la forma en que el sistema inmunológico responde durante enfermedades sistémicas y el envejecimiento.

Objetivo

Nuestro objetivo es elucidar el mecanismo por el cual el equilibrio redox de las células dendíticas afecta su hipersensibilidad durante una modificación experimental de niveles de glutatión, así mismo durante el envejecimiento.

Métodos

Miramos los efectos de la baja de los niveles de glutatión en las células dendriticas y la respuesta hipersensible durante la administración sistémica en respuesta a antígenos, oxazolones y otros factores. También determinamos si una alta en los niveles de glutatión con precursores puede influir en esta baja en la respuesta hipersensible en ratones de edad avanzada.

Resultados

La baja en niveles de glutatión interfiere con la habilidad de las células dendríticas de montar una respuesta hipersensible. La baja de los niveles de glutatión interfiere con la produccion de IL-12 y la expresion del receptor coestimulador en las células dendríticas, llevando a una baja en la produccion de IFN.gamma en la piel del raton. El uso de precursores de glutatión revierte esta baja en la respuesta hipersensible de las células dendríticas.

Conclusión

La baja de glutatión produce un efecto negativo en la respuesta inmunológica a través de una perturbación en la maduración de las células dendríticas y la producción de IL-12